viernes, diciembre 08, 2006

Iluminando en la época navideña - Capítulo 1.

Probablemente me voy a tomar un descanso en mirar la situación actual del país, para tornarme un poco menos ácido en esta época y así opinar sobre las cosas que aunque no tienen mucha relevancia, pertenecen a varios sectores de nuestra idiosincrasia con los cuales descifraré nuestro pasado, presente y quien sabe futuro loser.

Me propuse hacer una lista sin sentido de cosas que no tienen relación, pero vaya yo a saber si en nuestra época hay algo coherente.

Ecuadorloser presenta: Las cosas que no teniendo sentido pueden de alguna forma hacerte pasar como loser y si no hubieran existido no influiría en nuestro modo de vida.

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Que libro más enfermizo.

  1. Huasipungo.

Desde mi percepción este fatídico libro que me hicieron leer en colegio, es una fábula al cojudismo en toda su expresión. Por culpa de esta pendejada todo indio pendejo se cree es víctima de algo o alguien ya sea la corrupción, los españoles, el sistema, Maritere, etc.

Todo este libro se resume en un indio cabrón más tragedia que novela venezolana, quien por goloso e ignorante desentierra una res podrida se las da de comer a su familia y estos como no pueden ser de otra manera mueren por seguirle la corriente a este imbécil. De ahí es un monólogo de castigo a este pelasable que términa con un final predecible. Nada original.

Si esta es la lectura representativa de nuestra cultura, prefiero que sea Pepe Lucho.

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Como odio a estos imbéciles.

  1. Las fiestas infantiles

En primer lugar solo una vez me hicieron esta huevada de pelado, tanto me cabrié que no me la volvieron hacer. En mi niñez asistí a algunas y los juegos que se exponen allí son de lo más cojudo: ponle la cola al burro (ándate a la verga), el baile de la naranja (ahora mayor hacer esto con una chica voluptuosa tiene sentido), el baile de la cuchara (loser 100%), etc, etc.

Pero lo más deprimente es los payasos, magos e imbéciles que pululan en estas reuniones. Mientras los niños juegan, los adultos escapan a este suplicio intoxicándose de alcohol y saludando a gente que ni conoce en pelea de perros con un máximo de hipocresía impresionante.

El premio de la peor porquería en estas reuniones se lo llevan los bastardos que se disfrazan de Mickey Mouse, Piolín, Silvestre o Tribilín, los cuales les quedan los trajes más arrugados y aguados que escroto de abuelo de 90 años.

Seguiré con otros post enumerando otros casos (acepto sugerencias).

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