Valistes Jar Jar
Mirando el Mundial de fútbol uno se encuentra con verdaderas ironías, el día sábado los portales de los diarios brasileños (Globo y otros) se gozaban como habían sacado a Argentina del Mundial, y le decían que estaban bajo la sombra de Maradona, sin embargo minimizaron al rival que tenían en frente ese mismo día.
En el partido de Brasil vs Francia, se vio como un equipo rodeado de estrellas se estrellaron ante la realidad de tener un verdadero equipo liderado por Zidane, quien despacho a este equipomarketing que parecía que estaba jugando un amistoso más que un verdadero partido.
Soy tu papi cara de caballo
Después del partido se puede decir que ni Ronaldinho, ni Ronaldo, ni Kaka, ni Adriano y ni los demás pendejos de ese equipo pueden aspirar a sobar el cetro donde se encuentra Pele. Por estar pensando en salir bien en la propaganda cojuda del juego bonito salieron por la puerta de atrás de los mayores imbéciles del mundo.
El juego bonito como estos cojudos pretendían imponer murió en el Mundial del 82, cuando al igual que ahora con Sócrates y compañía merecieron unas clases de los europeos para toparse con la actualidad.
Lo que se impone hoy es la parte física y el juego de resultados…de que me vale que juege bonito si viene otro equipo y te viola como ramera de cabaret, absolutamente de nada. En cambio hago un juego poco vistoso pero aplasto a cuanto rival se me pone en frente, sin dudarlo escojo la segunda opción.
Ahora sigan saliendo en propagandas, que los puede ayudar económicamente porque como jugadores son un verdadero fiasco.
Me alegro que lo haya sacado Francia con un gol de Henry, quien hace pocos meses sufrió algo parecido por el equipo de Ronaldinho en la UEFA Champion League, pero en la final.
El hecho valedero fue la frase de Zidane cuando le preguntaron: ¿Por qué sigue jugando si usted ya es prácticamente un futbolista viejo?. El respondió: Viejo es el viento y aún sigue soplando…y verdaderamente sopló como un huracán que se llevó consigo a la selección de Brasil y toda su vergüenza.
La camisa de Brasil 80 dólares.
Ronaldinho 150 millones de dólares.
Verle la cara de pendejo a la selección de Brasil no tiene precio.
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